jueves, 16 de junio de 2011

Una historia sobre otra... se juntan, y dan un no se qué de sin sentido a todo.

On my way to Sevilla, with my dad :)

Con un tizne de ingenio, echaba sobre ella algún que otro reproche, ¿Quién era ella para pedirme explicaciones?... Si más no lo recuerdo, yo no importaba. No era más que una cosa que estaba allí, con la que tenías que convivir. Y el camino más fácil, ya te digo yo, era olvidarse de mi existencia. Sí, seguramente digas, ¿qué tipo de convivencia es esa? Bueno... yo te diré, la más segura, ni convivencias ni leches, aquí se trataba de no molestar, no estorbar, no hacerse hueco en la vista del otro. Y sí, me había esforzado lo bastante para ser un poquito más agradable, pero no daba más que para una tonta curvatura en la cara.... ¿Llamas tú a eso una sonrisa? No, yo no podía.. si lo quieres llamar así, ser "sensata", o ser tan comedida como hubiera querido, a veces daba una cierta entrega a las cosas, muy tonta tal vez, y otras veces, simplemente era yo, sí... esa cosa de allí que no se inmutaba ni a la más mínima palabra. ¡Qué torpe! Nunca habías sido hábil, 'qué más da'. 

[...]

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