miércoles, 4 de noviembre de 2009

Tú, amigo mio!

Te miro, suspiro, y en voz baja te digo:
Prometeme que nunca-jamás me dejaras!

[...]

He comprendido, finalmente, que la felicidad son esos momentos que compartes con esas personas, esas.. que hacen que valga la pena seguir respirando! ¡Gracias, sí.. a ti! Que puedo llamar amig@!
Con la esperanza de que me hayas escuchado, me vuelvo a ti sonriente.

Tal vez te diga un monton de cosas... te cuente las estrellas, los sueños que tendré mañana, mis días más felices, o simplemente mis días. Pero nunca te he dicho lo importante que eres para mí. Le das sentido a mi vida y a las de muchas más! Quiero que sepas.. que en mí, siempre habrá una mano amiga dispuesta a acompañarte!

Hay algo en ti que nunca aguantaré... y es eso mismo lo que me hace volver (Miranda :D)

¡¡Gracias!!