jueves, 31 de diciembre de 2009

Una mañana

Se sentía tan tranquila que sus párpados empezaban a cerrarse a su antojo. Poco tardo ella en ser poseída. Hace mucho que no dormía tan bien, como una niña pequeña se dejo acariciar por la suave brisa que le cantaba una y otra vez... duermete niña, duermete ya. Y así fue.

A la mañana siguiente, la montaña se dejaba abrazar por los cálidos rayos de sol, la brisa aun permanecía allí, cuidando de ella... y de repente sintió algo húmedo, cálido y un poco pegajoso, que le iba recorriendo desde la barbilla hasta la frente. Un lamido de un perro.




I've just saw this that i wrote long ago... got bored of it... xD So i decided to post it... (28/02/2010)

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